La mayoría de las personas que me consulta hoy, esta en la búsqueda de un nuevo enfoque con respecto a su salud, sus molestias y sus enfermedades.

 Y es que el concepto de medicina como tal, para mí hoy es tan distinto al aprendido en mis primeros años de formación.

En la escuela el foco siempre fue la enfermedad física, entenderla y buscar controlarla, como llevar, en base a medicamentos, o algunos cambios estrictos en el estilo de vida, a normalizar valores de laboratorio, a que “deje de molestar” y poder retomar la vida de antes que apareciera. No nos enseñaron de nutrición, de salud mental casi nada, ni de la conexión entre cuerpo, mente, emociones y energía.

Es imposible hoy separarlas todas y atenderlas por separado.

Y es tan importante comprender que si nuestro cuerpo esta llamando nuestra atención, es porque necesita de nuestra atención.

 Cuando el cuerpo habla, o ya grita, es porque llevamos, probablemente muchos años, no escuchándolo, obviando molestias, inquietudes, no solo físicas, sino también mentales, emocionales, intuitivas.

Sensaciones de situaciones que no son, que seguimos aguantando, anhelos silenciados por sostener lo mismo de siempre, miedos, culpas, frustraciones, etc.

Cada vivencia es tan personal y por eso mis acompañamiento semanal, implica atender y ponerme al servicio, desde las herramientas que ya he pasado por mí y que me han ayudado a optimizar mi salud primero, según las necesidades de cada consultante, en este momento presente.

 No queremos darle mas vueltas a la historia, no queremos seguir identificándonos con lo que nos paso, o con quien creemos ser o como todo nos afectó.

Queremos observar, atender, conocer, que es, primero lo que sientes físicamente, emocionalmente hoy, para conectar con tu verdad y comprender tus necesidades, y desde ahí poder tomar decisiones coherentes con lo que realmente necesitas.

Observar hacia donde van tus pensamientos frente a las experiencias cotidianas, como es que respondes a ellas, como un patrón que se sigue repitiendo y que ya no te sirve mas, como te estas sintiendo hoy y como podemos hoy, desde esta presencia y conexión contigo misma hoy, ir decidiendo y acompañándote a moverte por caminos que inviten a la calma, a mayor goce, a mayor satisfacción, a mayor salud.

 Habrán resistencias, la necesidad de control, la culpa, los miedos, la vergüenza, la resistencia a conectar con ese espacio vulnerable, sensible, frágil, se hará presente, pero este es ese espacio seguro, contenedor, empático y compasivo donde podrás darle luz a esa oscuridad e incomodidad y donde aprenderás a ser empática, autocompasiva y a abrazar tu historia y como se gestó y ocurrió, tal cual fue, con los aprendizajes que hoy te deja, sin que esta siga impidiéndote avanzar.

 Nuestro cuerpo sabe como sanar y reparar, sabe como volver al equilibrio, solo necesitamos volver a mirarnos, frenar, llevar la atención a todas las señales que nos da y no sabemos escuchar, sentir o interpretar, es volver a ti, es reconectar con eso que te hace bien, es darle a tu cuerpo la oportunidad de hablarte y darte aviso de lo que realmente necesitas.